Es ley de vida. Cada vez que llega el mes de junio una promoción nos deja. Es un día con un regusto agridulce. Por un lado la felicidad de ver que ya están preparados para su tercer asalto (la secundaria), y por otro ver que se van niños y niñas con nombre y apellidos con los que los docentes hemos compartido mucho tiempo, experiencias y sensaciones.

Son muchas las horas invertidas, los esfuerzos y pensamientos que un maestro le dedica a sus alumnos y alumnas. Afortunadamente en nuestro colegio hay un vínculo tan fuerte entre nosotros que uno tiene la sensación de que no se van muy lejos. Muchos de nuestros alumnos vuelven a menudo a nuestras clases y comparten sus experiencias en secundaria con sus antiguos compañeros. ¡El último día de clase nos visitaron hasta 4 personas de diferentes niveles de la ESO!

El pasado 19 de Junio tuvo lugar en el teatro municipal el acto de graduación de este grupo de personas. Resulta difícil expresar con palabras los momentos tan emotivos que se vivieron. Fue como si en una hora afloraran todos los recuerdos, las sensaciones y las emociones vividos en 9 años; como si en una hora todos tomaramos conciencia de que esos momentos ya nunca se repetirán, que esas edades nunca volverán, que los niños se hacen mayores de pronto.

Como tutor, me gustaría dar las gracias de nuevo a las personas que, desinteresadamente, han luchado con energía incansable para que este grupo salga adelante. Me acuerdo de las familias por supuesto, pero también de docentes (que me consta han dedicado muchos esfuerzos empezando por María y terminando por todo el equipo actual) e incluso de los equipos directivos responsables y, especialmente del último, por su alto grado de implicación personal con todos y cada uno de los alumnos y alumnas.

A continuación os dejo algunas fotos y uno de los dos videos que pudimos ver durante la sesión: