En el Cruz Blanca, un curso más huele a Halloween. Como parte de currículum, debemos dar a conocer las costumbres de otros países, países anglosajones. Y qué mejor manera que el alumnado sea el protagonista.
Las puertas de las aulas van de miedo y la calabazas aún son más terroríficas!!!
El concurso de calabazas se ha convertido en una tradición. Es una actividad muy entrañable pues vemos a padres y abuelos ayudando a los más pequeños a realizar sus trabajos. Se valora muy positivamente que sea el alumnado el que tenga mayor participación en esta actividad. Cuando esto ocurre, las calabazas quedan que «espantan».
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